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La industria cervecera se encuentra en constante cambio, en una búsqueda continua de la mejora de sus procesos productivos. Una ventaja competitiva supone la disminución de los efluentes. Ya no sólo a nivel medioambiental, sino como un ahorro de costes del proceso de fabricación si se reaprovechan en el mismo. El objetivo de esta instalación es la reutilización de los efluentes procedentes de la limpieza de las botellas.

En el caso que nos ocupa, el agua procedente la instalación del cliente se pasa a través de un filtro bicapa. Donde se retendrán las partículas y sólidos en suspensión que pueda contener el agua. Este filtro tiene un sistema de válvulas independientes para realizar la operación de lavado del filtro. Antes y después del paso del agua por el filtro, se dosificará un compuesto químico fuertemente oxidante. Para así desinfectar y decolorar el agua. El agua ya filtrada y desinfectada es bombeada a la instalación del cliente. Durante este proceso se realiza una medición en continuo de los valores de conductividad y cloro. La instalación incluye un cuadro eléctrico de protección y maniobra controlado por un autómata. Este permite la programación a voluntad de todos los parámetros de funcionamiento. Así como conexiones externas de niveles, alarmas, dosificaciones, etc.

Con este sistema J. HUESA, consolida su posición en el sector de las  bebidas al cubrir las necesidades del ciclo integral del agua aportando, entre otras, las siguientes ventajas añadidas con esta instalación que elimina los vertidos tóxicos para el medioambiente:

  1. Instalación que trabaja en continuo, sin necesidad de regeneración.
  2. Instalación totalmente automática, puede trabajar hasta 24 horas diarias, con una supervisión mínima (no precisa de personal con cualificación especial).

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