La emisión de malos olores en la industria puede estar asociada bien al proceso productivo de la industria, como por ejemplo ocurre en la industria papelera y producción de gas y petróleo, pero también puede deberse al tratamiento de aguas residuales (por las reacciones que tienen lugar en los distintos tipos de tratamientos que se aplican).
Sea cual sea el origen de los malos olores, es necesario su eliminación o desodorización para cumplir con la legislación ambiental y minimizar el impacto ambiental.
Para la desodorización se pueden aplicar distintos tratamientos siendo los más empleados: