Compañía líder en la fabricación de bebidas carbonatadas ha solicitado los servicios de J. Huesa para la ejecución de un proyecto llave en mano de una instalación de tratamiento de aguas para limpieza de latas. La nueva planta fue diseñada para cubrir futuras necesidades del cliente del centro de producción ubicado en territorio nacional.
El objetivo de la instalación es obtener agua exenta de salinidad (se requiere una conductividad inferior a 15 µS/cm), para su uso en la limpieza exterior de envases previo a su embalaje. Para ello, J. Huesa se decantó por un sistema de ósmosis inversa precedido por un descalcificador dúplex capaz de producir un caudal constante de 3 m3/hora.
Los datos para las simulaciones y el diseño del modelo de la planta que se tuvieron en cuenta son los siguientes:
Caudal aporte agua bruta | 4,3 m³⁄h |
Caudal permeado | 3,0 m³/h |
Caudal rechazo | 1,3 m³/h |
Conversión | 70% |
Caudal Total Diario | 72 m³/h |
Horas de trabajo | 24 h/día |
Acumulación Agua Tratada | 1,5 m³/h |
En una etapa previa, el agua procedente de la planta de producción es tratada por un sistema de cloración y posterior filtración por carbón activo (equipos existentes en la fábrica).
Una vez tenemos el agua filtrada, el primer equipo en la línea de tratamiento es un descalcificador cuyo cometido es la eliminación parcial de sales disueltas, principalmente calcio y magnesio, gracias a la acción de una resina catiónica contenida en las botellas. El equipo instalado tiene una configuración “dúplex”, esto permite regenerar una de las botellas mientras que la otra entra de manera automática a producción, lo que permite un incremento en la disponibilidad del sistema.
A continuación, el agua pasa a la ósmosis inversa. A la entrada del skid, se hace pasar el agua por un prefiltro de seguridad de 5 micras, para asegurar que no se depositan sobre las membranas.
Una vez el agua está preparada, se impulsa mediante una bomba de alta presión a la carcasa de presión fabricada en acero inoxidable grado alimentario AISI 316L. La bomba centrífuga vertical aporta un caudal de entrada de 4,3 m³/h y suficiente presión como para asegurar que se lleva a cabo la ósmosis inversa. La planta tiene una eficiencia del 70 % que se corresponde con una producción de 3,0-3,1m³/h de agua de baja salinidad (3,0-5,0 S/cm). En este caso, el flujo de rechazo que produce el equipo de ósmosis inversa (1,3 ), se vierte directamente a la arqueta de desagüe.
Sistema de control para la limpieza de membranas
Como se ha comentado, se ha instalado en el skid de ósmosis inversa un sistema de barrido o flushing, que garantiza la limpieza automática de las membranas del interior del tubo. Estas limpiezas se programan desde la pantalla táctil, atendiendo a las necesidades de los operadores y/o cada vez que se produce una parada de la planta. Adicionalmente se ha incorporado un sistema de limpieza química o CIP que se produce de forma semi automática cuando lo requiere el cliente en función de las exigencias de producción.
La planta de ósmosis inversa está equipada con elementos de instrumentación y control (válvulas automáticas, presostatos, transmisores de presión, caudalímetros, medidores de conductividad y pH…) que se centralizan en un cuadro eléctrico en acero inoxidable, ubicado en el propio skid. Así mismo, el cuadro incluye un autómata lógico programable y una pantalla táctil para el manejo y configuración de la planta.El equipo de Instrumentación y Control de J. Huesa ha diseñado el cuadro de control para que pueda ser integrado en el sistema SCADA del cliente.
Todos los equipos se encuentran instalados sobre bastidor autoportante, fabricado a medida y en tubería ASME B36.19M de acero inoxidable AISI 304L.
Agua Bruta | Agua Permeada | |
Conductividad | 250 -260 µS/cm | 5 -7 µS/cm |
Turbidez | 170 -180 mg/l | ≈0 mg/l |
Dureza | 11 º HF | ≈0 ª HF |
(Cuadro resumen con la calidad del agua bruta y tratada)
Ventajas obtenidas en el tratamiento de aguas para la limpieza de latas
Algunas de las ventajas adquiridas por nuestro cliente con la aplicación de esta tecnología son:
– Solución global adaptada a nuestro cliente que le permite incrementar su producción de agua de baja salinidad mediante el uso de equipos versátiles, de alta eficiencia y que requieren un bajo mantenimiento.
– El sistema de control permite el funcionamiento automático de las instalaciones con la máxima fiabilidad, hasta 24 horas al día y con la mínima supervisión. Del mismo modo, facilitará al personal encargado de la explotación y gestión de la planta toda la información precisa para conocer el estado de esta y permitirá que se pueda actuar sobre el proceso.
– El espacio total requerido es el mínimo posible.
– Gracias al escaso consumo eléctrico y al bajo mantenimiento de la instalación, se consigue que la amortización del coste de la instalación sea muy corta.