Uno de los objetivos estratégicos de J. Huesa para el trienio 2021-2023 es ampliar y consolidar la posición de nuestra compañía como empresa referente en la gestión del Ciclo Integral del Agua a nivel internacional. Para ello, se ha establecido en el Plan Comercial la búsqueda de socios locales en distintos países, ubicados por todo el Planeta, entre los que se encuentra Costa Rica.
El consumo del agua de Costa Rica en cifras
A continuación, se detallan algunos de los datos más significativos del Informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos en el año 2021, donde se recoge información estadística para mostrar a todo aquel que lo consulte, algunos de los indicadores sociales, demográficos, ambientales y económicos de Costa Rica.
Costa Rica es un país con una gran biodiversidad, distribuida a lo largo de toda su superficie (más de 50.000 km2), y con una población que supera los 5 millones de habitantes. Como puede verse en la imagen que aparece más abajo, cuenta con distintos instrumentos para proteger el Medio Ambiente entre los que encontramos Parques Nacionales, Humedales, Refugios de Vida Silvestre y Zonas Protectoras, entre otras.
En cuanto a la demografía, de los más de 5 millones de habitantes, más del 65 % de la población tienen una edad comprendida entre los 18 y 64 años y el 30 % de los hogares está en situación de pobreza, siendo mayor el porcentaje de hombres empleados frente a las mujeres.
Las principales actividades económicas son el sector servicios (turismo y comercio, fundamentalmente), seguido por la actividad industrial y el sector primario. Dentro del sector industrial destaca la fabricación y exportaciones de instrumentos y aparatos médicos, así como de fitosanitarios. No podemos dejar de lado las exportaciones de banano (Costa Rica es líder en la producción y exportación de esta fruta).
¿Cuál es el mercado del agua en Costa Rica?
Según el resumen ejecutivo del estudio de mercado realizado por el ICEX en 2021, el 96 % de la población tienen acceso a agua potable, si bien es cierto que existe una brecha en el acceso de la población urbana y rural (donde en torno al 10 % no tiene acceso).
Uno de los hándicaps de Costa Rica en la gestión del agua es la falta de canalizaciones, lo que dificulta el tratamiento de las aguas residuales (urbanas e industriales). A esto hay que sumar el entramado de empresas públicas que gestionan el Ciclo Integral del Agua, así como la burocracia implicada que hace necesario contar con un socio local tener acceso a este sector.
En este país, según indica el informe, para lograr cumplir con el ODS N.º 6, los especialistas sostienen que es esencial educar a la población y a los profesionales en la gestión de aguas, invertir en tecnologías óptimas apropiadas para zonas con poca población y, también, analizar posibles alianzas público-privadas (APP).
Sin embargo, para que estas tengan éxito, se debe llevar a cabo una reforma institucional y del sector público que mejore sus capacidades de gestión y planificación y para lo cual es esencial el rol de las instituciones financieras multilaterales.
¿Quién es J. Huesa?
J. Huesa es una empresa especializada en el Tratamiento de Aguas que cuenta con más de 50 años de experiencia en la gestión del Ciclo Integral del Agua, con la finalidad de proporcionar a nuestros clientes una solución esencial en el tratamiento responsable y sostenible del agua.
Nuestro objetivo es proporcionar valor añadido, al tiempo que contribuimos a la protección del medio ambiente y la conservación de la energía:
- Ingeniería para aguas potables, de procesos industriales, residuales y reutilización
- Fabricación a medida de equipos de tratamiento de aguas
- Contenerización de equipos
- Proyectos llave en mano
- Plantas Piloto
- Servicio Postventa
- Suministro de consumibles, componentes y productos químicos
- Control analítico
- Gestión de residuos
Durante nuestra andadura profesional hemos ido creciendo y consolidando nuestra posición en el mercado gracias al empleo de un amplio porfolio de tecnologías, que según el caso que nos ocupe, puede emplearse un tratamiento primario, secundario e incluso terciario del agua, como es el caso de la ósmosis inversa que puede emplearse, tanto en la obtención de agua pura o como para garantizar los estándares de calidad del agua de riego procedente de la reutilización de las aguas residuales.